El 20% de la población sufre alguna fobia. Sin embargo, las personas afectadas por fobias pueden superarlas por completo o, por el contrario, pueden contribuir involuntariamente a crear sus propias fobias. La evitación es un factor importante en el mantenimiento de nuestros miedos más comunes. Las fobias se caracterizan por un miedo persistente e intenso a determinados objetos, situaciones, personas o lugares.
Las fobias específicas pueden estar relacionadas con objetos, situaciones, personas, etc. Se puede tener miedo a cualquier cosa. La imaginación humana es tan creativa que puede dar lugar al miedo a cualquier cosa: perros, gatos, arañas, el vacío, los aviones, el viento, las nubes, a orinarse encima, a sonrojarse, a las relaciones, y un largo etcétera.
Las fobias suelen ser muy desagradables, pero una terapia eficaz ayuda a superarlas. Según la Organización Mundial de la Salud, el miedo y la fobia constituyen uno de los trastornos más comunes.
El miedo se despliega esencialmente a lo largo de un espectro que va desde el miedo puro (conocido como trastorno o reacción fóbicos), pasando por la obsesión del miedo con alguna forma de control (conocido como trastorno obsesivo-compulsivo), hasta llegar al control absoluto de la obsesión y la manía.

Cómo crecen el miedo y la fobia
Los numerosos factores que desencadenan el miedo dan origen a diferentes tipos de fobias; algunas de ellas son internas a la persona y otras son externas. Algunas fobias se crean en la mente (miedo a sonrojarse, a temblar, a orinarse encima), otras son creadas por la realidad (miedo a las serpientes, a las arañas, a la suciedad, etc.: aquellas que realmente tienen la capacidad de herirnos o ponernos en peligro).
La fobia paraliza, bloquea a la persona en el trabajo y en sus relaciones personales o íntimas. Según nuestras investigaciones (Papantuono y col. 2017; Gibson, 2021; Nardone, 2005), los problemas psicológicos tienden a presentarse de manera predictiva y redundante, siguiendo a menudo el mismo esquema, como en el caso de los ataques de pánico y la agorafobia.
Para estas dos reacciones fóbicas en particular, observamos comúnmente que los pacientes utilizan tres intentos de solución disfuncionales:
- Evitar cualquier situación que pueda desencadenar su miedo.
- Buscar ayuda y consuelo por parte de otros, lo cual solo sirve para debilitar sus propios recursos.
- Intentar controlar forzadamente su respuesta biológica, lo que no hace más que desencadenar la misma reacción que intentan suprimir.
Los intentos de controlar la situación aumentan la pérdida de control y alimentan los propios miedos. En pocos meses, estos intentos de solución fallidos crean un problema que, al reiterarse, se convierte en un trastorno evidente y serio. Esta respuesta fóbica y la forma en que se alimenta mediante intentos de resolución inconclusos estructuran el problema en el que la persona queda atrapada.
Otro intento de solución que termina por alimentar la fobia es el de las terapias basadas en una explicación racional. Estas no pueden impedir que un individuo fóbico evite situaciones o busque ayuda, es decir, no logran bloquear la obsesión de su propio miedo. La mayoría de los pacientes fóbicos son extremadamente racionales y entienden qué es lo que no funciona; sin embargo, debido a sus respuestas biológicas involuntarias y a la percepción que han creado, la solución no parece alcanzable por la vía de la razón.
El miedo fóbico se convierte en obsesión
El miedo a encontrarse frente al objeto temido, la anticipación de toparse con el peligro —aunque la situación sea lejana o totalmente irracional— activa automáticamente los intentos de solución fallidos: el objeto fóbico se convierte en una especie de obsesión. Cuando el miedo crece y se vuelve obsesivo, ya no es necesario estar ante la presencia de lo que se teme; basta con el pensamiento para que se produzca la respuesta fóbica.
Esto se conoce como respuesta fóbico-obsesiva. Este miedo puede tratarse eficazmente interrumpiendo el círculo vicioso redundante en el que la persona está atrapada.
A la persona fóbica le cuesta mucho dejar de poner en práctica sus soluciones intentadas porque, como todo sistema vivo, tiende a resistirse al cambio para mantener el equilibrio creado, incluso cuando este es disfuncional.

El enfoque Estratégico Breve para las Fobias
Los pacientes fóbicos a menudo reconocen que sus miedos son infundados y, por ello, utilizar un tratamiento basado en una lógica racional suele fallar. En estos casos, la intervención funcional va más allá de la lógica ordinaria. Para lograr resultados en tiempos breves, utilizamos herramientas y técnicas basadas en la lógica no ordinaria (Papantuono, Portelli, 2023; Gibson 2021; Nardone 2013). Hemos guiado a miles de pacientes fuera de sus obsesiones y fobias mediante intervenciones de éxito contrastado.
De hecho, en muchos trastornos fóbicos y obsesivos, los fármacos pueden convertirse en una especie de "muleta química" que reduce los síntomas físicos de la ansiedad, pero estas intervenciones a menudo solo confirman la incapacidad de las personas para resolver por sí mismas lo que parece un problema sencillo.
Como observó el poeta Fernando Pessoa: "algunas personas llevan consigo las heridas de batallas jamás libradas, las heridas más difíciles de curar".
La próxima vez que pienses en evitar algo, reflexiona sobre las consecuencias a largo plazo y cómo la reacción instintiva de evitación momentánea puede privarte rápidamente de tu futuro.
Artículo de la Doct. Matteo Papantuono | The OCD Clinic Italia